HACEDORES PROGRAMA RADIAL FM.97.9 RADIO CULTURA,

PROGRAMA RADIAL SE TRASMITE POR FM 97.9 RADIO CULTURA LOS DOMINGOS DE 16 A 17 HS

sábado, 7 de junio de 2008

SEMINARIO DEL HUMANISMO ECONOMICO-PLAN ESPERANZA





EL 18 DE JUNIO EN EL CONSEJO DE CIENCIAS ECONÓMICAS, VIAMONTE 1549 SE




REALIZARA EL SEMINARIO DEL



PLAN ESPERANZA.














PROF.DR.LUIS EUGENIO DI MARCO


LAS PONENCIAS QUE SE EXPONDRÁN SON DE SUMO INTERÉS
LA ELABORACIÓN DE ESTOS TRABAJOS FUERON REALIZADOS CON LA SUPERVENCIÓN DEL PROF.DR. LUIS EUGENIO DI MARCO DIRECTOR DEL CIEC (CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS DE CÓRDOBA Y SU RED DE CENTROS INTERNACIONALES)

LA ASISTENCIA A ESTE SEMINARIO DE PERIODISTAS, ECONOMISTAS, ESTUDIANTES DE CIENCIAS ECONÓMICAS, POLÍTICAS, SOCIÓLOGOS, Y LA COMUNIDAD TODA, ES DE IMPORTANCIA, SOBRETODO EN ESTE MOMENTO CRUCIAL DE ARGENTINA.

LAS PROPUESTAS DEL PLAN ESPERANZA (CIEC), POR MEDIO DE LAS PONENCIAS, DEMOSTRARAN QUE CON POLÍTICAS PUBLICAS (REGIONALES) Y UNA DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DE LAS RENTAS ESTE PAÍS PUEDE EMERGER COMO POTENCIA


PROF.LUIS EUGENIO DI MARCO (DIRCTOR DEL CIEC)

DRA.TERESA MERINO (COORDINADORA DEL CIESBA)





















Medicos Rurales Argentinos: Medicos Rurales Argentinos

Medicos Rurales Argentinos: Medicos Rurales Argentinos

Medicos Rurales Argentinos: Medicos Rurales Argentinos

DESDE EL CIEC INFLCION TAN TEMIDA

Edgardo D. Vaca desde el CIEC
La inflación tan temida
En la realidad económica de la Argentina actual se propone como uno de los temas de debate una eventual estampida de precios. Ello se aceleró en los últimos meses ante la mirada incrédula de la gente (que ya no llena carritos en los supermercados), y la inoperancia del gobierno (sólo atina al manoseo inescrupuloso del índice de precios al consumidor). Van estas consideraciones desde el CIEC, Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba, y alguna valoración desde el Humanismo Económico.

Resulta difícil a esta altura saber, a ciencia cierta, cuáles sean los niveles que alcanza la inflación mes tras mes. Para el gobierno pareciera que “todo está como era entonces”, y la inflación permanece en los por demás discretos niveles de 2006/7, que rondaban el 10% anual. Para algunos, la inflación ya habría superado largamente el 20% para alcanzar no menos de un 25 a 30% anual, con serio riesgo de generar incertidumbre, tal vez una espiral inflacionaria de consecuencias impredecibles.
Para hablar de posibles soluciones a la suba de precios es necesario atender a la identificación de las causas de la inflación. A este respecto, el control de precios pergeñado por el gobierno (de la mano del secretario Moreno) dio sus mejores frutos en los primeros tiempos de su implementación. Hoy es más que evidente que esa alternativa se agotó, y no se encuentran vías alternativas para encauzar la situación. En la actual coyuntura en necesario identificar las causas reales de inflación y en la medida de lo posible actuar sobre ellas (cuando se trata de causas internas) o eligiendo las políticas que mejor acompañen el proceso (cuando de causas externas se trata).
Hoy por hoy no resulta razonable ni aconsejable plantearse metas inflacionarias (por otra parte no sería creíble para los agentes económicos) porque existe una concurrencia de factores internos y externos, con preeminencia de estos últimos, en la escalada de los precios. Por una parte, es cierto que el gobierno en su afán de mantener el valor de la divisa (un dólar que se deprecia a nivel mundial) ha elevado peligrosamente los niveles de liquidez de la economía. Se fomenta así un crecimiento de la demanda que el sistema productivo nacional no puede afrontar y, obviamente, la presión sobre los precios se propone como inevitable. Por otra parte, no es menos cierto que el aumento de los precios internacionales del petróleo y los alimentos ponen una presión insostenible sobre los precios internos de todas la economías del mundo, pero particularmente afectan con mayor fuerza a la de los países en desarrollo: no aciertan a encontrar mecanismos que aíslen la economía interna de la inflación internacional.
En consonancia con el planteo realizado, debemos remarcar que difícilmente los precios internos se puedan contener si el aumento de los precios internacionales de alimentos y petróleo se acentúa (y así parece que será); sólo queda actuar sobre el “componente nacional” de la inflación. Ello implicaría de alguna manera que el Banco Central debe esmerarse en no producir un crecimiento pronunciado de la liquidez, hecho por demás difícil si se tiene presente que prontamente (no bien se resuelva el conflicto con el campo) tendrán lugar la liquidación de divisas por parte de los exportadores.
Se nos ocurre—desde las enseñanzas del Humanismo Económico—una medida en consonancia con el control posible de la inflación podría ser la reorientación del crédito desde los sectores de consumo hacia los sectores productivos. Esta medida no provocará resultados estruendosos en el corto plazo pero indudablemente va más allá de la mera propuesta coyuntural, que puede lograr metas de corto plazo (inflación baja), pero con el agravante de introducir cada vez más factores de desestabilización en la economía futura, con una dura incidencia sobre el segmento de los perceptores de bajos ingresos. Una política crediticia como la señalada se adecua a una economía al servicio del hombre.
______________________________
N de la R. Edgardo Daniel Vaca, licenciado en Economía por la Universidad de Córdoba, es docente-investigador, y asesora académicamente al CIEC (Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba). E mail, edgardo_vaca@hotmail.com. Tel. 0351 156 22 82 52. Otros aspectos sobre la realidad argentina, pueden consultarse en Informe Económico CIEC, Año XXVIII, N* 112, I Trimestre 2008, donde, en particular, en su nota editorial, “La calidad institucional de la Argentina” se indica la urgencia de elaborar un proyecto de Nación, al que le siguen las estrategias económicas que para el CIEC se hacen desde el PLAN ESPERANZA, la estrategia del Humanismo Económico para la Argentina.

jueves, 5 de junio de 2008

EL CAMPO LA SOCIEDAD Y EL DESVARIO SETENTISTA



FÉLIX LUNA, ESCRIBE EN LA EDITORIAL DE
LA REVISTA “TODO ES HISTORIA” ESTOS CONCEPTOS “EL PARO AGROPECUARIO DEL ULTIMO MES DE MARZO, REVELO AL PAÍS LA IMPORTANCIA Y LA FUERZA DEL CAMPO EN LA VIDA ARGENTINA”…PROSIGUE “JAMÁS OCURRIÓ NADA PARECIDA EN NUESTRA HISTORIA”
SE REFIERE A ESTA REVUELTA DEL CAMPO
CONTRA LA ACTUAL ADMINISTRACIÓN; NO SE PENSÓ QUE IBA A EMERGER UN ACTOR SOCIAL COMPACTO QUE ESTABA ADORMECIDO. A ESTE SE LO CONTEMPLABA EN ACTOS FESTIVOS TALES COMO EXPOSICIONES, FERIAS, FESTIVALES FOLKORICOS, DE PRONTO EXPONEN UN RECLAMO, NO FESTIVO, SINO COMO AGUAFIESTAS A UN FESTIVAL DE UN GRUPETE DE “SEÑORES FEUDALES”.
ESTA REALIDAD NACIONAL DEBE RESPETO Y COMPRENSION DE LA SOCIEDAD QUE LO RECLAMA. DEJAR ATRÁS VIEJAS RENCILLAS DE UNA “ZURDA IGNORANTE E IRRECUPERABLE EN SUS MAÑERÍAS” O DE LA DERECHA ORTODOXO MENDAZ Y EXTRAVIADA”.
ES COMPRENDER, Y NO ES UN SIMPLISMO, QUE EL
MUNDO NECESITA Y RECLAMA ALIMENTOS.
ESTE PAÍS DESDE ÉPOCAS REMOTAS PROVEIÓ AL MUNDO DE ALIMENTOS DE EXCELENTE CALIDAD. PERDER ESTA OPORTUNIDAD NO SOLO ES UNA FANTOCHADA DE LA QUE SE ESTA ACOSTUMBRADO. SINO UN REAFIRMACION DE QUE EL FACHISMO IMPERA… HACER LA “CAJA” CON LOS DINEROS PÚBLICOS ES UN HABITO DEL “SEÑORÍO FEUDAL” IMPERANTE, ADEMÁS INDICA QUE JAMAS HUBO POLÍTICAS DE ESTADO NI REGIONALES (EL PLAN ESPERANZA), DEL CAMPO…EN SUMA…IMPORTA “LA CAJA” PARA QUE EL CLIENTELISMO POLÍTICO PERVIVA COMO FUERZA DE CHOQUE…O ACASO ESTA ACTITUD DE RIBETES SINIESTROS, LO QUE HACE ES HUMILLAR AL POBRE EN SU DIGNIDAD, CUYOS ÍNDICES CRECEN EN FORMA EXPONENCIAL.
ESTE “SEÑORÍO FEUDAL” MANIPULA LA POBREZA, A SU DIGNIDAD LA PISOTEA, CON LA OFERTA DE LAS MIGAJAS PROPIAS DE LA INDIGNIDAD, ELLAS SON UNAS “CHIROLAS” Y "OTRAS “YERBAS NON SANTAS". SI ESTO NO ES CRUELDAD, Y AVASALLAMIENTO A LOS DERECHOS HUMANOS UNIVERSALES. ¿QUE ES? ES EL “PODERÍO” ARCAICO QUE COMENZO EN EL SIGLO XX DE JOVENES EXTRAVIADOS, QUE SUS BARRABASADAS, SE RECICLARON DEL BASURAL DE LOS “JUSTICIEROS”.

EN ESTE SIGLO…SUCEDE QUE LA CIUDADANIA NECESITA, VERDAD, JUSTICIA, Y MEMORIA, NO COMO PROCLAMA DEL SETENTISMO TURBADO, SINO VERDAD NO MENDACIDAD, JUSTICIA NO INMORALIDAD Y MEMORIA PARA ENCENDERLA Y RECORDAR QUE HUBIERON HOMBRES Y MUJERES QUE TRABAJARON, LUCHARON PARA CREAR UN ESTADO NACIÓN COMO ESTA ESCRITO EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL.
EL HOMBRE COMÚN DE ESTA HISTORIA CONTEMPORANEA, ESTA HARTO DEL ATROPELLO A SU DECENCIA Y A SUS DERECHOS CIVILES.

TERESA MERINO
OTOÑO 2008 EDITORIAL


miércoles, 4 de junio de 2008

Medicos Rurales Argentinos






Medicos Rurales Argentinos

La Argentina en un durísimo desencuentro. Las urgencias del diálogo intersectorial


Reflexiones desde el Humanismo Económico
La Argentina en un durísimo desencuentro. Las urgencias del diálogo intersectorial
Escribe Luis Eugenio Di Marco*
Director del CIEC
Cuando hace tres largos meses se instaló lo que se ha dado en llamar “el problema del campo”, nadie podía imaginar las duras consecuencias del conflicto que la dirigencia agropecuaria mantiene con el Gobierno nacional. Lo cierto es que el tema va mucho más allá que un mero conflicto institucional, que no sólo afecta a uno o dos sectores de la economía, sino que ha trascendido a muchas esferas institucionales—incluso ha llegado a preocupar internacionalmente—y complica la realidad de la economía como un todo.
Desde una perspectiva económica, bien puede decirse que la economía argentina no manifiesta debilidades en sus indicadores agregados, pero la prolongada crisis “campo-Gobierno” puede tener decisivas consecuencias en lo macroeconómico—nivel de actividad—como en lo relativo a la recaudación (justamente, uno de los “logros” siempre mostrados por la Administración nacional). En el plano internacional, se presentan muchos problemas—a la conocida crisis “inmobiliaria” que impacta mundialmente desde los Estados Unidos, debe agregarse, entre otros, el alza en el precio del petróleo y el de los bienes primarios (los llamados “commodities”), junto a la depreciación constante del dólar norteamericano. Veamos algunas proyecciones.
La crisis del campo viene impactando en la “cadena de pagos” de muchos sectores relacionados—el del transporte de bienes y personas, el comercio, hasta los propios gobiernos provinciales y municipales del Interior, no sólo a los del Área megalopolitana de Buenos Aires. Al momento de buscar “culpables” no se puede sortear la falta de diálogo por parte del Gobierno: tal vez la corrección de las “retenciones móviles” connota un aspecto negociable (hay, según opiniones respetables, una elevada carga impositiva sobre las exportaciones; habría un error técnico subsanable).
Desde bases cualitativas, se habla de una redistribución de ingresos, y entonces bien puede decirse que ella puede lograrse con una reforma tributaria desde la implementación de impuestos directos—ellos no sólo son coherentes con los postulados del Humanismo Económico para construir una sociedad con perfiles de equidad, sino también para atender los preceptos constitucionales que indican coparticipar los ingresos fiscales con el resto de las jurisdicciones argentinas (esto es, las Provincias, y tal coparticipación se hace, precisamente, desde la tributación directa). En esta materia existe una “clara confusión” conceptual de la Administración actual. Por cierto, muchas de estas posibilidades de cambio deben hacerse en el marco de la participación del Congreso de la Nación.
Más allá de las razones que pueda tener el Gobierno para no aceptar “sus errores”—entre ellos, es que la mecánica de la política económica actual exige mucho financiamiento para sostener los llamados “planes sociales”, el mantenimiento del tipo de cambio, los diferentes subsidios a empresas públicas y privadas. Se está señalando que el esquema actual del gobierno implica equilibrio con subsidios directos, y ello sobre estima el equilibrio macroeconómico. Al hacer permisible la inflación—posibilitado por mercados subsidiados—, complica la ecuación social (y ella comporta un valor importante para el Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba, para el Humanismo Económico, que busca el crecimiento con justicia, la sociedad para todos).
La experiencia de la política económica de los últimos tiempos, muestra que los instrumentos fiscales—para solucionar la crisis agropecuaria, frenar la inflación, etc—son mucho más efectivos que los monetarios (como el señalado cambio en la estructura tributaria, sesgada hacia los tributos directos). El mundo globalizado muestra sus propios desequilibrios (como el señalado del alza del precio del petróleo), y entonces se impone en un país como la Argentina atender los desequilibrios en los mercados de bienes y servicios mediante una adecuada política de precios, con dosis de instrumentos fiscales, capaces de mantener una economía estable.
En suma, junto a razonables negociaciones intersectoriales (y ello incluye no sólo a los líderes del agro sino de los otros sectores, y al Gobierno mismo), se imponen fuertes dosis de cordura para que prive la convivencia. Buscar la propia salvación—y esto lo decimos por la preocupación de instituciones como la Iglesia Católica que ha hecho un llamado no sólo desde la Jerarquía en la Argentina, sino desde el Vaticano—no parece ser un ancla que salve a la Nación como un todo. Por eso se deben hacer todas las reuniones que procuren un acuerdo entre las partes; esto es viable dada las buenas condiciones de la economía nacional, de que las recaudaciones son elevadas, de que debemos apuntalar nuestra incipiente democracia republicana... Desde el CIEC, como muchos conocen, hemos elaborado el Plan Esperanza que es, precisamente la estrategia del Humanismo Económico para la Argentina, y está a disposición de la dirigencia, de los funcionarios, de los legisladores, de todos quienes creen que un país solidario y fraterno, puede construirse, a pesar de la existencia de crisis graves como la presente, pero que no son, de ninguna manera, crisis terminales.
Referencias
Di Marco, L. E., editor, El Plan Esperanza, la estrategia del Humanismo Económico para la Argentina (prolegómenos de una nación solidaria), Córdoba: Ediciones CIEC, 2007.
Vaca, Edgardo D., “La inflación tan temida”, monografía CIEC, Mayo de 2008.
________________________________
*El autor, Ph. D., Economics, Univ. of Calif., Berkeley, y Dr. en Economía, Univ de Cba., dirige el CIEC, Centro de Investigaciones Económicas de Córdoba (fundado en 1975), y es autor de 30 libros y editor de otros 13. luchociec@yahoo.com.ar, tel. 0351 155 599 549.