El viernes 17 de abril me di el gusto tan postergado de aproximarme a Eduardo “Tato” Pavlovsky: vi la obra “Sólo brumas” que escribió y actúa con 2 excelentes actrices, una de ellas su esposa Susana Evans, bajo la dirección de Norman Briski. Imaginaba conocer al renombrado especialista en Psicodrama pero es mucho más que eso. No voy a enumerar todo lo que ha hecho porque basta con buscar su biografía, pero voy a subrayar que es enorme. Como en todo, por los actos se ve a las personas, y no creo que sea excesivo pensar que por esta obra se ve su pensamiento ya que no pone el acento en una historia sino en los momentos que las personas van pasando; de uno a otro, de un estado de ánimo a otro. Todo sucede en un ámbito duro, terrible, pero sus personajes parecen no impregnarse de ello y sus estados de ánimo van de la tristeza por la muerte inevitable, a un brindis amistoso o a recuerdos de la vida. Sin embargo, en el punteo minucioso de actos cotidianos: la comida, el sueño, la ropa, el sexo, se nota una mínima exageración, quizás para mostrar el esfuerzo que implica negar la realidad que los circunda. Hacen como que no están en un lugar lleno de muerte. Además, si bien no aclara, la obra está atravesada por el problema de la mortandad infantil, la desnutrición, el desamor, el dolor. Poco argumento, muchas palabras y una actuación descomunal.
Nora Rossi
Abril 2009
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